Típico que llegas al semáforo que se encuentra frente al hotel Lucerna y para que no se te haga eterna la espera te pones a jugar solitario porque seguramente va a tardar un chingo en ponerse en verde, o eso creyó este taxista que juega solitario tranquilamente desde su taxi en medio de la calle.
Por cierto, Como cuántos semáforos rojos habrá necesitado para llegar a ese punto en el juego?. Perdón!!. Digo, que inconsciente!, que lo multen!, que lo avienten a los leones!, que le quemen los pies como a Cuauhtémoc!..
P.D. Gracias a Aymme por dejarme utilizar la fotografía.